Todos los discursos tienen tres partes básicas: Una introducción, un desarrollo y una conclusión.
- La introducción, que sirve para captar la atención
- El desarrollo, que sirve para explicar al detalle el asunto
- La conclusión, que sirve para resumir y mover a acción con base en un beneficio.
Un ejemplo del paso-a-paso:
Paso 1
Define el objetivo o propósito del discurso (Por qué o para qué vas a hablar)
"Quiero hablar de que las desventajas de una persona no significan que tenga que quedar en desventaja, sino todo lo contrario. Una gran desventaja podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Paso 2
Ponle un título interesante (Uno que indique de qué tratará)
"Le pondré el título: 'El que actúa triunfa' porque no basta con pensar en el éxito. Uno tiene que fabricarlo con decisiones que lleven hacia el objetivo."
Paso 3
Decide cómo terminarás de hablar (Qué les pedirás cuando termines de hablar)
Terminaré diciendo: '¡¡Actúa. No lo pienses más!!
Paso 4
Ordena la secuencia o desarrollo de los puntos principales (El hilo de tus ideas)
"Ordenaré la secuencia de ideas según un hecho de la vida real que muestre los pasos que dio una persona para ponerse a salvo en una situación de crisis."
Paso 5
Planifica tus primeras palabras, cómo comenzarás (Para empezar con seguridad)
"Usaré el caso del ataque al World Trade Center y la experiencia que encontré en Google acerca de Omar Rivera y su mascota."
Paso 6
Si es posible, ensaya las partes por separado, repitiendo varias veces en voz alta cada una y sin usar ningún apunte. Independiza los bloques de ideas a fin de que te queden bien claras.
¡Amigos! Todos recordamos que el 11 de setiembre de 2001 pasó a la
historia cuando dos aviones secuestrados fueron estrellados contra las
torres del World Trade Center de Nueva York. Omar Rivera, ciego por 15 años, trabajaba en el piso 71° de la Torre 1 e ignoraba lo que ocurría. De repente, Salty, su fiel perro guía labrador comenzó a apremiarlo tanto que Omar lo alistó inmediatamente. Saltty lo hizo descender escalón por escalón hasta el primer piso, poniéndolo a salvo de lo que sobrevendría unos minutos después. Como sabemos, las torres gemelas se desplomaron. ¡Por eso! Acuérdate de Omar, que bajó 71 pisos de un edificio gigantesco que se consumía en llamas en medio de la gritería desesperada de miles de personas y de la silenciosa oscuridad de su ceguera. Y haz como Salty: Cuando sientas que es tiempo de actuar, ¡¡Actúa y no lo pienses más!! |
Paso 7
Opcional. Si deseas conservar un registro escrito, redáctalo palabra por palabra.
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