¿De qué depende el habla persuasiva?


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Nada sustituye la investigación y el estudio. Tienes que llenarte de información útil y estudiar sus conexiones con otros asuntos. Eso te da una base sólida de conocimiento para responder muchas dudas en tu propia mente y luego ser más convincente con los demás.

Tienes que darles algo que les despierte el apetito intelectual y emocional, es decir, una idea que los ponga a pensar un poco más de lo habitual. Por ejemplo, seguramente estarás pensando qué tiene que ver con esto la foto de arriba. Por si acaso, no la puse para despertar tu apetito, sino para mostrarte algo en lo que tal vez no habías pensado.

La base para tu capacidad de persuasión se relaciona mucho con la mayor cantidad de preguntas relacionadas con un asunto, hasta las más disparatadas y extrañas. Procura extraerles el jugo con varias respuestas opcionales. No te dejes llevar por lo que todos dicen ni por lo primero que escuchas. 

Por ejemplo, si la televisión dice: "¡Calma tu sed con esto!", piensa: "¿Realmente eso calma la sed?". Si te ofrecen "¡Minutos ilimitados!", ¿realmente no tienen límite? Que sepamos, los minutos duran 60 segundos. Piensa bien antes de concordar o discordar con las ideas que cruzan tu mente. Si te dicen que te darán "10% gratis" de cierto producto, multiplícalo por millones de unidades. ¿A cuánto crees que asciende el total? ¿Crees que nadie asume el costo de semejante regalo? ¿Realmente crees que es gratis?

Otro ejemplo, si alguien dijera: "¡Vi un OVNI!", podrías preguntarle: "¿Cómo sabes que fue un OVNI? Un OVNI se define como un Objeto Volador No Identificado. Si no lo has indentificado, ¿cómo sabes, a ciencia cierta, que se trata de un 'objeto' y que además estaba 'volando'?. Puedo aceptar que visualizaste una imagen que no lograste precisar. Eso sí lo puedo aceptar.

Algunos expertos prefieren denominar a los OVNIS como fenómenos aéreos no identificados. Aún así, si no aún no han sido identificados, ¿cómo saben que son aéreos? ¿No sería más exacto clasificarlo como 'fenómenos visuales no determinados', por lo menos hasta definirlos con mayor exactitud?

Según el investigador Jeremy Corbell, los radares muestran fenómenos aéreos que se mueven de maneras que exceden los conceptos adquiridos sobre ciencia material y tecnología de propulsión, pero estos indican que se requiere alguna clase de combustible que se mezcle con oxígeno para crear una reacción química que produzca empuje. Sin embargo, en dichos avistamientos no se observa esa clase de propulsión. No se percibe una entrada de aire ni escape. Además, es sintomático que especialmente revoloteen a cientos de kilómetros por hora sobre bases militares y centrales nucleares .

En todo caso, mientras no se determine ni defina lo que perciben los ojos, no se puede calificar como objeto que vuela por el aire. Aceptemos que se trata de un fenómeno visual no especificado. Eso sí es cierto.

Otro ejemplo: ONU es la sigla para 'Organización de Naciones Unidas'. Pero, ¿realmente están unidas? Hasta donde sabemos, las fronteras dividen a los países. Dos naciones nunca se unen. Nadie tiene derecho de ingresar sin permiso a un país. Por lo tanto, el término suena irónico, porque mientras sean 'naciones' no pueden considerarse 'unidas', mucho menos si a cada rato nos enteramos por las noticias de que no se ponen de acuerdo respecto a cierto asunto de vital importancia.

No es que explicarte estas cosas te sirva para exponer en público. Pero es útil para explicarte la necesidad de usar más cuidadosamente tus conexiones en el cerebro a fin de sacarle más provecho a tus cualidades de discernimiento y entendimiento acerca de las cosas, lo cual despertará tu sensibilidad para estar más consciente de los detalles y ser más convincente cuando hablas con los demás, porque tus neuronas se activarán y serás una persona más proactiva.

No solo se trata de adquirir conocimiento y discernimiento. Tu capacidad de convencimiento y persuasión también está estrechamente relacionada con la imagen que proyectas al hablar. Por ejemplo, tal vez tengas mucho conocimiento y discernimiento, pero tienes que expresarte con claridad y determinación para que te presten atención. El siguiente es anecdótico.

Cierto alumno de mis cursos de oratoria dijo ante la clase. "Como ven, soy de baja estatura, y me indigna la discriminación. Cuando vino el Papa, me presenté a la convocatoria de líderes para contener a la multitud. El que dirigía seleccionó a los más altos y grandotes, pero a los de baja estatura nos descartó de plano, a pesar de que teníamos grados universitarios y éramos quizás más competentes que ellos. Entonces, me quejé delante de todos, diciendo: '¿Por qué nos discrimina?'. Y todos se rieron de mí cuando me respondió: "Es que eres chato. Si se te viene encima la multitud y gritas: '¡Alto!', no solo te pisotearán, sino que te pisotearán con ganas'. En cambio, si uno de estos grandotes dice: ¡¡Alto!!', lo pensarán dos veces. P porque para contener a una multitud, prefiero a los grandotes, y si son feos, mejor". Todos estallaron de risa.

A los grandotes se les acabó la risa cuando dijo 'feos'. ¿Convincente? ¿Persuasivo? Por supuesto, pero de tipo militar. Pudo explicarlo de una manera considerada y decente, ¿verdad?

Ya sea que lo dijera despectiva o amablemente, el que dirigía solo tuvo en cuenta la imagen física que cada uno proyectaba. La lección es que te conviene aprender a sacarle el mayor provecho a tu imagen, poniéndote en ventaja de tal modo que muestres tus mejores ángulos, es decir, tus mejores cualidades y atributos personales, no importa si eres chato, feo, extranjero, sabio, ignorante, genio, tartamudo, flaco, gordo o lo que sea. Tienes que demostrar que puedes con el trabajo. 

Por ejemplo, mi hija y su esposo llevaron a mi nieto de 5 años a una obra de teatro para niños. El tema giraba en torno a unos lobos que perseguían a las gallinas. Pero antes de terminar la obra, la directora se dirigió a todos los niños: "A ver niños, ¿cómo quieren que termine la obra? ¿Qué los lobos se coman a las gallinas, o que los lobos y las gallinas se hagan amigos?". ¿Tú qué hubieras pensado?

Bueno, muchos niños comenzaron a gritar: "¡Qué se hagan amigos! ¡Qué se hagan amigos!". Pero la sonrisa de la directora se borró cuando mi nieto gritó: "¡¡NOOO!! ¡¡Que se coman a las gallinas!!", y sobre todo porque otros niños miraron a mi nieto y lo secundaron comenzando a gritar: "¡¡SIII!! ¡¡Que se las coman!! ¡¡Que se las coman!!".

Mi hija y mi yerno no sabían dónde meterse ("¡Tráganos tierra!"). Los adultos que estaban en el auditorio se reían y esforzaban por buscar con la mirada al chiquitín que había causado tal alboroto. La consternada directora, queriendo mejorar la situación y unir al grupo, también buscó son la mirada a mi nieto y le dijo: "A ver, a ver, a ver, parece que aquí tenemos opiniones divididas. ¡Tú, niño! ¿Por qué dices 'que los lobos se coman a las gallinas'?".

El auditorio enmudeció. Mi hija no sabía qué hacer. Mi yerno reía. Pero mi nieto, lejos de amilanarse, alzó la voz en cuello diciendo: "¡Porque las gallinas son comida! Comemos caldo de gallina, Kentucky Fried Chicken, huevo frito y pollo a la brasa... ¡Pero las gallinas no se comen a los lobos!". Ahora todos en el auditorio, incluida la directora, concordaron con él. Persuasivo, ¿verdad?

Por supuesto, después, la directora maniobró los asuntos de modo que los lobos y las gallinas amistaran. Porque así habían ensayado que terminara la obra. No pensaron que un chiquitín los pondría en jaque con un argumento tan interesante.

¿Acaso importó su estatura o experiencia en la vida? ¡No! Resultó convincente y persuasivo porque su pequeño cerebro pensó un poco más que los demás, aprovechó el momento y respondió espontáneamente con una idea lógica e imbatible.

No había razón para suponer que la directora enfureciera. Estaba diciendo la verdad: Las gallinas no comen lobo, pero los lobos comen gallinas. Además, cuando los humanos comen animales preparan recetas deliciosas. ¿Por qué pensar que sería incorrecto que los lobos se comieran a las gallinas? Nada extraordinario. Fue el simple razonamiento de un niño de corta edad.

Haz tú lo mismo. Piensa en profundidad, aunque se trate de contestar de improviso. Las respuestas y actitudes más apropiadas viven ahora mismo en tu interior. No temas la furia de nadie. Simplemente abre la boca y di algo que sea lógico e imbatible. ¡Serás una persona muy convincente y persuasiva! Hablarás con mucho aplomo.

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